28.8.06

El quinto año no sabe escribir

Prólogo

Debido a la avalancha de mensajes (2) solicitando una nueva entrada en este, el blog de todos los amigos con vocación de sacrificio o toneladas de tiempo ocioso, he de comentar que mi trabajo de quinto año va viento en popa. Hace dos meses se presentaron los trabajos escritos y la investigación. Igualmente, el próximo 12 de setiembre se inaugura la Bienal de Textiles con una obra mía entre los participantes.. Sin embargo, en este momento, lo que más me emociona es bajar canciones en formato .kar para, tal y como afirma la página http://www.tomamusica.com/karaoke/ "con el software de karaoke, la canción y el equipo de sonido de tu pc (a ser posible con micro), podrás tener gratis un completo karaoke en casa".

¡ehhhh!!!!


El quinto año y los pormenores de una escuela de poca exigencia académica

Los trabajos escritos son una rareza exótica en la Escuela de Artes Plásticas, tan es así que ante la posibilidad de ser asignado alguno en cualquier curso, los estudiantes se retuercen del pavor y prefieren caminar de manos que ir a la biblioteca. De ahí sale la mala fama (muy bien fundamentada por cierto) de la incapacidad académica de muchos miembros del gremio artístico.

Así las cosas, de repente un estudiante avanzado o bachiller se enfrenta con el hecho de tener que estructurar un trabajo escrito, lo cual parece ser un verdadero reto, que a esas alturas debía estar más que superado.

El resultado es desastroso. Las tesis de licenciatura aprobadas por la Escuela de Artes Plásticas son vergonzosas. Muchas no superan las 50 páginas y parecen más un "querido diario" que un documento serio que respalde una obra artística, enumerando experiencias personales u opiniones sin fundamento. De hecho, es difícil utilizarlas para una investigación, ya que todo lo que exponen es sumamente superficial. Aquí la culpa recae no solamente en un alumno que no se esfuerza por desidia o incapacidad a presentar un trabajo bien hecho, sino en la permisividad de quienes aprueban semejantes mamotretos.

Se cree que una obra de arte surge de unas misteriosas fuentes intangibles y etéreas, reservadas sólo para algunos elegidos. De ahí que muchos estudiantes que ingresan con ese pensamiento idealizado a desarrollar una disciplina artística a la universidad, se divorcien de los libros y caminen de la mano de la improvisación y el azar. El resultado se traduce no sólo en la incapacidad proyectar un plan escrito, sino en trabajos formalmente pobres.

Aunque el diseño sí es una disciplina donde se pueden reconocer pautas y reglas específicas, tal parece que ese particular quedó atrapado en las telarañas que recubren los maltratados yesos que adornan las aulas y es ignorado convenientemente, por la mayoría de la gente. Más de uno se queja, en tono telenovelesco, de ver su "creatividad" vedada cuando es increpado por algún profesor sobre las deficiencias de su obra.

Se ve que el estudiante muerde el anzuelo del desteñido estereotipo del artista libre y excéntrico, mejor aún, incomprendido, que lucha en contra de una academia rígida y castrante. Mientras tanto, los talleres de la escuela permanecen desiertos, esperando que el famoso y subjetivo combo de "libertad, creatividad y espontaneidad" se materialice de alguna forma convincente.

Así las cosas, era esperable que la breve presentación de trabajos escritos que supuestamente debieron estar terminados para el pasado junio, fuera bastante particular. Adjetivos sobran para describirla, pero sólo diré que fue "libre, creativa y espontánea", ustedes me entienden.

8.8.06

(a) pareo (anal)ógico

Desde el pasado martes 1 de agosto se encuentra en exhibición el montaje "(a)pareo (anal)ógico" de Olger Arias en la Sala 1887 del Cenac.

Consta de dos monumentales estructuras que combinan ensamblaje metálico, láminas acrílicas y serigrafía. Su estética y colorido es cercana a la ilustración y la historieta, que valiéndose de los recursos digitales, logra una particular mezcla entre lo mecánico y lo artesanal.

Galería virtual del autor

Las exposiciones y actividades en el Cenac se renuevan constantemente y son gratuitas. Nunca está demás exhortar al público a llegar a sus instalaciones y a no olvidar que aumentando el flujo de visitas, se ayuda a evitar el potencial cierre de la institución, el cual continúa latente.