Los conquistadores encontraron mucho más efectivo enseñar las doctrinas cristianas a las nuevas generaciones de indios y mestizos por métodos más persuasivos y menos violentos (hay que recordar que los primeros intentos de someter a los indígenas fueron por medio de la guerra y el exterminio), intentando conmoverlos con la teatralidad de su arte y transmitiéndoles el gusto por la figuración realista. Así lograron, salvando las variantes, perfilar el sentimiento religioso y lograr arraigarlo en la mentalidad de los habitantes, implantando definitivamente el modelo religioso católico español.

La iglesia de Santa Prisca en Taxco de Alarcón, México y construída a mediados del siglo XVIII, fue financiada con fondos provenientes de la pujante industria minera de la zona. Ejemplifica claramente la arquitectura y la decoración propias del barroco, con altares forrados en pan de oro y pocos espacios vacíos.
De lo más llamativo que tiene el Barroco, y en especial el Barroco latinoamericano, es la obsesión con el dolor y el sufrimiento. Como ya se mencionó, lo teatral y lo espectacular jugaron un papel importante a la hora de elaborar las representaciones. Es entonces lógico que se rinda culto a los mártires y se reproduzcan con el mayor realismo posible las heridas, llagas y signos de angustia de santos, cristos y demás personajes. En el catolicismo frecuentemente cuando se mencionan sentimientos como el amor, estos se relacionan como sinónimos de sacrificio, como es el caso de la Virgen María. La tradición indica que su infinito amor de alguna forma está ligado a su condición de madre y al sufrimiento que devino de los sucesos de la crucifixión de su hijo.

La Semana Santa, revive la historia de la venida de Cristo. En muchos lugares de Latinoamérica, las festividades intentan recrear con mucha fidelidad los acontecimientos. Aspectos como la penitencia y el autocastigarse, se relacionan como un forma de purificación.
Estas son reproducciones de rituales de Semana Santa en Taxco de Alarcón en el exterior del antiguo convento de San Bernardino. Se trata de tres esculturas que arrastran diferentes instrumentos de flagelación y tortura.


La conclusión es: la religión católica desconoce el hedonismo :P. Tan tan.
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