15.5.07

The Giant Buddhas


Advertencia: Este comentario me quedó medio sentimentaloso, ni modo.

El documental the Giant Buddhas de Christian Frei, trata de cómo en el 2001 los budas de Bamiyán ubicados en lo que hoy es Afganistán, fueron dinamitados por talibanes. Estas obras son parte del esplendor técnico que la escuela de Gandhara llegó a tener en su momento (siglos IV – V), implementando la famosa escultura labrada directamente en la montaña y de proporciones gigantescas que caracterizó una parte del budismo. Las figuras más famosas corresponden a dos budas que alcanzan más de 30 y 50 metros. Igualmente, tras ellos y como fue común en la arquitectura india, dentro de la montaña se excavaron gran cantidad de templos con muchísima decoración esculpida y pintada.

A diferencia del cristianismo o hinduismo, los musulmanes no solamente se niegan a aceptar representaciones de deidades (son iconoclastas) sino que jamás han ocultado su repudio hacia esa práctica. El documental narra como la famosa destrucción, exacerbó los ánimos de quienes promueven la conservación de patrimonios culturales. Propios y ajenos, cuestionaron una acción extremista y fanática, prácticamente un berrinche de tinte más político que religioso, aunque fue este último el supuesto detonante de tan condenable acto.

Lo increíble de Frei en esta obra, es su capacidad de adentrarse en las verdaderas implicaciones de este hecho. No se limita a describir la indiscutible pérdida material que supone la destrucción de monumentos de varios siglos de existencia. Detrás de la lucha, mezcla de poder y ego, tras el conflicto cultural entre los talibanes y los defensores de los budas, paralelamente se describe la miseria de los afganos víctimas de la guerra.

Para Frei, el verdadero conflicto, ajeno a la política o la religión, es el de carácter ético. Nadie pone en duda lo valioso de obras arquitectónicas tan antiguas y lo que representan: un estadio histórico, algo que logró sobrevivir enfrentamientos bélicos y fanatismos religiosos violentos, un fragmento del pasado capaz de fomentar el arraigo y la memoria cultural. Pero ¿cuál es la jerarquía del arte? ¿Delante o detrás de qué debe ubicarse en un listado de prioridades? Cuando se observa la indignación de la UNESCO por la indiferencia talibana hacia la grandeza del propio patrimonio, esta no se diferencia en casi nada a la indiferencia que la UNESCO tiene para quienes viven cerca de ese patrimonio y pareciera, están por debajo de él.

Todo ese esfuerzo y despliegue de protestas (que al final fue infructuoso), contrasta con la humilde familia que tras un par de generaciones habitaba dentro de uno de los nichos de la montaña. Luego de las detonaciones que derribaron los budas y falsearon las estructuras, más la ocupación militar alrededor de esa zona, se vieron obligados a abandonar lo que hasta ese momento era su casa. Mucho más empobrecidos y completamente ignorados, fueron desplazados a un área de escasez de agua y dificultad para conseguir víveres.

Alrededor de las excavaciones y posterior intervención de grupos de conservacionistas y arqueólogos, deseosos estudiar y reconstruir las ruinas, decenas de afganos suplican por un trabajo en las obras y el chance de ganar un par de dólares al día.

Nuevamente, es necesario preguntar si el arte por sí mismo, debería ser lo primordial, o al menos, si es ético que se encuentre encima de las necesidades básicas de un ser humano.

Frei plantea esta y otras interrogantes de manera velada y sutil, con una narración fluida lejos de la sensiblería o el discurso de panfleto.

El documental termina con la arqueóloga afgana Nelofer Pazira, frente a los monumentos destruidos. Desde su casa en Canadá, ella sólo conoce a los Budas de Bamiyán por borrosos recuerdos de su niñez y las fotografías de su padre. Una vez frente a sus ruinas, rompe a llorar, quizás de cólera, impotencia y tristeza, esa espantosa mezcla de sentimientos difíciles de describir ante lo errático y su difícil solución. Agria metáfora de la incapacidad humana por resolver su propio desastre social, moral y material.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente Post!

Saludos

MadNess dijo...

Me gustaron tus palabras.
Creo que eres un buen pensador crítico, aunque no sepa con seguridad qué es ser crítico y pensador al mismo tiempo.

No te conosco pero fue un gusto leerte