28.8.08

Rana sacrílega

Animales de colores, nunca pasan desapercibidos. El Unicornio azul, el elefante rosado y hoy, la rana verde.


Una vez más el Vaticano se ofende.

Generalmente los íconos, y en especial los que personalmente admiramos y amamos, deberían ser intocables. Pero su ícono venerado, no necesariamente es el mío y ahí surgen las discrepancias.

En clara referencia a Jesucristo, una rana está crucificada. En vez de vinagre le dieron una jarra de cerveza y en vez de corona de espinas tiene un huevo en la mano. ¿Será que Benedicto XVI le corresponde darle la estocada final en el costado?

Nota en el Diaro el Mundo de España