14.9.07

Dígalo con camisetas, Bienarte 2007

"Dígalo con camisetas", racionalice con estilo

"No malgaste su tiempo en efímera retórica,
"Dígalo con camisetas", y transmítale su alegría, opiniones o malestar a la opinión pública de forma efectiva y económica."


Cuando recibí el correo genérico con la leyenda "gracias por su participación, mejor suerte la próxima vez" la verdad me sentí destruída, desolada...Imaginé a los jueces mirando de reojo y desdén mi querida y preciada obra. Lamenté las buenas horas que le pellizqué al trabajo y al estudio que invertí en vano, así como la mala disposición que provoca fallar. Sin embargo, cuando me di cuenta que yo era una más de las decenas de artistas que fueron rechazados de esta edición de Bienarte (94 de 101), no voy a mentir que hasta me sentí alegre. Bien reza el dicho, mal de muchos consuelo de tontos.

Obviando mis reacciones más mundanas, es imposible no pronunciarse sobre la peculiar selección que tres jueces nombrados por los organizadores hicieron para esta edición del certamen. Objetivamente, considero hasta loable que tres extranjeros corran el riesgo de enfrentarse a la crítica local al limitarse estrictamente a lo que a su criterio, merece ser seleccionado, así sea un número reducido de obras. Es osado, contundente y directo. Sin embargo, ¿será lo correcto? Imposible saberlo en una de las disciplinas donde la subjetividad es la esencia primordial.

"Buenas ideas, pobre ejecución" dijo una de las juezas.

Como bien dijo Tatiana Zúñiga en una charla sobre la feria anual de Artes Plásticas, cada quien está en su derecho de ejercer los criterios de curadoría que considere pertinentes y está en el artista someterse a ellos o declinarlos.

Sin embargo, ante la queja y malestar que circula entre los rechazados y sobre todo en los comentarios generalizados existentes en mi escuela (quien fue víctima de serios cuestionamientos por los organizadores y jueces de Bienarte), solo queda racionalizar el fracaso con algo de ironía, ya que probablemente a la próxima bienal todos nos aproximemos, medio amnésicos, medio resignados, a pulsearla nuevamenteante ante la escasez de certámenes y convocatorias de arte contemporáneo existentes en nuestro país.


5.9.07

Los 100 años de Amighetti


Fui invitada por Alberto Murillo a participar en la exposición conmemorativa del natalicio de Francisco Amighetti. Se trata de una muestra de grabados en madera donde participan diferentes artistas costarricenses con el fin de celebrar el cumpleaños número 100 del maestro. Es en la galería Sophia Wanamaker del Centro Cultural Costarricense Norteamericano y estará abierta durante todo un mes, del 10 de setiembre al 9 de octubre.

Enlace en Redcultura

2.8.07

Mujeres artistas, introducción

Raras excepciones. Artemisia Gentileschi, "Susana y los viejos", 1610.

La profesora Claudia Mandel, directora de la Galería Amón, imparte el curso de “Mujeres a Artistas”, el cual ha significado un descubrimiento teórico y pictórico para un tema y un enfoque que particularmente siempre me ha interesado.

Lo primero fue tener un completo listado de mujeres destacadas en el campo del arte, en su mayoría con énfasis en temas de género. Lo segundo, es que el listado no se limita únicamente a las mujeres procedentes de Europa o Estados Unidos, sino que se ocupa de rescatar el aporte de las de Suramérica, Centroamérica y México.

La introducción viene con un estudio del ensayo de Linda Nochlin “¿Porqué no ha habido grandes mujeres artistas?” por María Ángeles López Fernández. La hipótesis de Nochlin se fundamenta en la restricción existente a todas las mujeres, desde tiempos del Renacimiento hasta ya adentrado el siglo XIX, a acceder al estudio de la anatomía y el desnudo en las clases de dibujo. Debe entenderse que en esos años, las academias y la crítica artística consideraban como obra máxima o sinónimo de “maestría” y “genio” la habilidad para reproducir de forma objetivamente realista el cuerpo humano. En clara desventaja por estarles vedada la práctica de esta especialidad y la consecuente inexistencia de desnudos pintados por mujeres, pocas artistas lograban reconocimiento.

Este hecho, basado en una situación concreta y específica de un período, ha sido interpretado con el correr del tiempo como símil de incapacidad, cuando no se cuenta con suficiente información contextual.

Aunque existió un puñado de mujeres que destacó durante ese período, lo hizo en áreas consideradas en ese tiempo como “menores”, entre ellas el retrato o el bodegón. Así, un tipo de historia del arte “oficial”, como aquella que viene en libros de textos comunes y no necesariamente especializados, simplemente ignora esos nombres diferentes a los “grandes maestros de la pintura”.

A partir de este tipo de ensayos y escritos de autores interesados en estudiar el desempeño de la mujer bajo aspectos inherentes al género dentro del mundo del arte, se han suscitado una serie de postulados y conclusiones que cabe analizar con detalle. Desde una visión sintética, la idea de teóricos o movimientos feministas es reivindicar el rol de la mujer y no caer en criterios simples que señalan su ausencia de la historia del arte a través de cuestionables razones que la identifican como física e intelectualmente inferior, incompleta y hasta “defectuosa”. Sin embargo, las buenas intenciones también son suceptibles a cometer errores o juzgar de manera imprecisa. Surge un debate en torno a qué se considera “femenino”, si es aplicable ese término y si este al fin y al cabo proviene del mismo modelo patriarcal que tanto se critica, entre otra gran cantidad de interrogantes que separan a pensadores y artistas en diferentes líneas de opinión y estrategia.

27.7.07

De cómo el TLC podría beneficiarnos a todos.

¡Jack the Skeleton dice No al TLC!

El grueso de las personas, sienten una necesidad de identificarse con algún tipo de idea, corriente o movimiento. Sin embargo, parece ser que, tener filiación con algún grupo no es suficiente para sentirse parte de él, sino que adicionalmente se hace necesario externar esa empatía a los demás. Por esta razón, algunos se convierten en una suerte de anuncio publicitario, echándole mano a vestimentas especiales que denominen sus inclinaciones. Punks, hippies o “góticos”, modifican su apariencia según sus creencias y aficiones.

Sin embargo, los ejemplos anteriores son algo radicales. El demostrar quién soy o quién quiero ser por medio de la ropa, no siempre implica el echar mano de un atuendo completo o una especie de “disfraz”. A veces solamente requiere algún accesorio o aditamento colocado en un lugar visible, como los católicos que usan las medallas o estampas de santos o vírgenes, por ejemplo. La imagen icónica se vuelve favorita para ostentarla en algún lugar de privilegio. La desgastada cara del Ché Guevara y más recientemente Mao Zedong, adornan los más variados soportes. Su popularidad ideológica o bien, simplemente su fuerza iconográfica les han valido un lugar en el imaginario colectivo y en consecuencia en el espacio comercial.

La modernización constante de las técnicas de impresión y el diseño gráfico, han hecho posible que estos íconos y muchos otros (algunos menos solemnes como personajes de televisión o muñecos de caricatura), cada vez sean más asequibles. La tecnología también ha hecho posible el que exista la personalización del servicio y los diseños, siendo factible el hacer una creación a gusto del cliente y de copia única sobre artículos cotidianos como camisetas, tazas, llaveros, etc.

Hoy día, después del oscuro Jack the Skeleton, el marihuano de Bob Marley, la rosada Hello Kitty y la foto del perro con gorro navideño, una nueva ola gráfica inunda, con el último grito de la moda, los mercados, tiendas y puestos callejeros: NO al TLC.

Dentro de la historia contemporánea, los estudiosos nunca han tenido claras las posturas sociales y económicas de los Tiny Toons. Muy probablemente estos apoyen la política expansionista del país al que pertenecen, pero eso es una mera especulación. Sin embargo, en el caso del Ché y Mao, no hay duda que irremediable e irónicamente han caído víctimas de aquello que tanto criticaron.

Sobre el TLC, o más bien, el NO al TLC, es curioso ver compitiendo con el tono solemne de las luchas y los discursos anti imperialistas a una tabla forrada en tela cubierta de brochecitos, corrongos bolsos de tela con logotipos, parches y una cantidad de vendedores ansiosos de distribuir una mercancía que tiene pronta caducidad. (¡Maldito referendo!)

Concluyendo, aprueben o no el TLC, gane o pierda la Sele, el comercio siempre sale triunfador.


Así que Lachi les da a sus lectores el siguiente consejo:


-Si usted está en contra del TLC, sáquele partido a su desgracia obteniendo ingresos extra. Inste a sus familiares y amigos a convertirse en pancartas vivientes.


-Si está a favor, aproveche y lucre con la pasión de sus detractores.

30.6.07

Chino cochino

Por muchos años vi a mi papá ser el centro de atención para mucha gente. Todos querían hablar con él y oir aquellos comentarios comunes y corrientes que en su boca sonaban maravillosos. Un día hasta noté que una señora incapaz de contener su impulso, le tocó el hombro con la emoción de quien toca alguna estatua milagrosa.

Mi papá no hacía nada especial para mantener esa considerable cantidad de seguidores, como tampoco se esforzó por ganarse las no pocas muestras de desprecio o las miles de veces que hombres y mujeres le gritaron despectivamente y como si fuera un insulto: ¡chino!!

Su fenotipo era suficiente para desencadenar las más absurdas especulaciones. La de una sabiduría milenaria, por ejemplo. Bueno, mi papá era un hombre visionario e inteligente, trabajador y responsable. Claro está que eso no excluía que tuviera escondidas por ahí unas cuantas revistas porno y se relamiera viendo las películas terror más malas que allá en los años ochentas pasaban por canal 6. Otros, inexplicablemente pensaban que tenía un botín escondido debajo del colchón o en un hueco en el piso. Así, algunos (sobre todo inspectores de tributación, salud y aduanas), se sentían con el derecho de reclamar su parte del hipotético tesoro exigiendo “ayuditas” o “algo para tomar café”. Su última faceta fue la más curiosa. En algún momento se convirtió en una especie de gurú capaz de responder preguntas tipo doctor corazón. “¿Qué hago para ganar dinero?”, necesito un novio de plata”. Esas frases eran tan frecuentes como las veces que alguien de paso le gritaba sin mirarlo “¡chino cochino!”, con el odio más extraño y gratuito imaginable.

Chino cochino, versus chino platudo, versus chino milagroso. Todas menos chino persona.

Pensando en esto escribí este extracto del ensayo sobre Vislumbres de la India de Octavio Paz.

China, Japón, Angola, India, usted póngale nombre.

"La India como ilusión. Parece ser que la India ha encandilado desde siempre a sus visitantes con una apariencia extravagante. La exhuberancia que hoy día atrae millones de turistas a sus tierras, no dista de los invasores que en el pasado fueron seducidos por su riqueza natural y extensos territorios. Sin embargo, no hay que dejarse llevar por lo que en principio, pareciera ser una ventaja. El espejismo que identifica a la India como especie de paraíso, también ha intensificado el deseo de apropiación de todos sus antiguos invasores y ha detonado las más increíbles tergiversaciones. La india es víctima de ese peligroso exotismo, que un día es blanco de elogios y al otro motivo de censura.

Para nosotros, un conocimiento de tipo “ligero” acerca de la India y otros países geográficamente alejados, viene de algunos medios de comunicación masiva y del boca a boca entre personas. Gran parte de ellos, encierran inconscientemente visiones esteriotipadas y etnocéntricas. Ahí se relaciona este país con relativos atributos y prejuicios. De un lado, belleza ligada a la abundancia de color y magnificencia arquitectónica, del otro, el caos de lo pobre e insalubre. Cada uno de estos dos elementos, será exaltado o relegado según convenga. En Internet abundan las guías de cómo “sobrevivir” un viaje a la confusa y desordenada India, a su lado, majestuosas fotos retocadas digitalmente con un paisaje de ensueño invitan al viajero a comprar un tiquete de avión.

Sea cual sea la faceta que se nos venda, es necesario entender que muchas de estas ideas, tanto las más maravillosas como las menos deseables, en su mayoría provienen de la ignorancia y la incomprensión. La utilización de parámetros ajenos nacidos en contextos diferentes, tiene como consecuencia el posicionamiento de una imagen distorsionada. Así, para el mundo occidental contemporáneo, el estereotipo se decanta por interpretaciones de tipo sensacionalista. Allí pululan desde creencias espirituales y modas de nueva era, hasta el secreto de la eterna juventud. En otros casos, se racionalizan las diferencias identificando al otro en una condición de inferioridad. En esta patética visión de la India, parece ser más fácil relacionarla con maravillosas sanaciones milagrosas que con su poderosa economía o la pujante industria informática que actualmente desarrolla".

4.6.07

Trasnoches sin clímax

De cómo perder a su mejor amigo.

¿Bonita oficina, verdad? No se engañe, porque puede ser el ¡¡mismísimo infierno!!!!!!!

El diseño gráfico deberá ser denunciado ante la Corte de las Ilusiones Laborales, como el caso de publicidad engañosa más extremo que se haya podido documentar.

Trabajar es feo, hay quienes afirman, que hasta ajeno a la naturaleza humana. Por esa razón, los niñitos de clase media (porque lo pobres ni pueden cuestionárselo y los millonarios nacen con el oficio del papá), nos preguntamos cuál puede ser la ocupación menos horrible y mejor pagada. Claro está que como el resto de jóvenes idealistas, convencidos de cambiar el mundo y con menosprecio hacia quienes ya son presa de la monotonía de una profesión, creemos que somos inmunes a remadrear la hora de levantarse para ir al brete.

Ahí es donde se cruza en el camino de los ingenuos ojos, el anuncio de cigarrillos Free, con una chica de aires hippies (pero de plata), revelando fotos y enseñándoselas a su novio modelo de Calvin Klein. Tom Cruise y Leo Di Caprio, se ligan güilas haciéndoles retratos en cuestión de minutos. En Noches de Climax, un exitoso diseñador toma como exótico escenario para su encuentro sexual, su maravilloso estudio salido de revista El Mueble. Este último ejemplo, según indica una encuesta publicada en el 2004 por la Revista Newsweek, sigue siendo la fantasía que mayormente ocupa a los futuros artistas.

Entonces todos los sueños se vierten en un solo objetivo. Un par de años más tarde, la sabrosa pisonga en la elegante oficina, está sólo a unos cuantos macarrones pegados con scotch y una redacción sin sentido en alguna escuela bohemia. Mientras dura su preparación, la verdad no se pasa tan mal. Se puede tomar guaro en el techo y la mitad de las clases hasta tienen acompañamiento musical en vivo

Cinco años después, todo parece fácil. Sale por la puerta de algún auditorio, título en mano y procede a cruzar la calle. Ahí el ascensor lleva al recién graduado a la ansiada, sí señoras y señores, la más añorada por todos, oficina de creativos y diseño. No es tan privada como la de Noches de Clímax, pero la verdad se ve muy glamorosa. Todos visten bonito y es innegable la originalidad de los dibujos y mensajes de sus camisetas. Además, a la hora del almuerzo, hasta existe el chance de aumentar el apetito con un puro de mota como aperitivo. También hay opción de fumárselo a la salida, pero es que la hora de terminar a veces parece no llegar. Montañas de tareas se amontonan junto a la computadora y los tres logotipos, que según parece son de irrefutable calidad, se desechan cuando una viejita coordinadora del Centro para la Promoción de Técnicas Avanzadas en Tejido Artesanal, dice que tiene más color y belleza un muerto. Luego, no falta que el jefe, aunque también use camiseta cool y hasta le haga a la mecha, termine siendo una rata apestosa.

La mujer atractiva que se quería coger encima del teclado o la mesa de luz, tendrá que esperar al ascenso que permita acceder a una oficina y no un cubículo (el cubículo es de Bo Concept, eso sí). Poco a poco, las ganas de cambiar el mundo van mutando en ganas de matar a alguien. Siguiendo la irremediable sucesión de negación, odio y resignación, pensar que al menos al frente hay un bar que cierra a las 3 a.m. ya es un consuelo.

La presión es tanta que surge la imperante necesidad de migrar a otra agencia. Tal vez el cambio de viejecita chocha que rechaza logotipos proporcione algún respiro. Qué va. ¿Porqué en la propaganda de cigarrillos Free no advierten que diseñar involucra tener clientes? Mierda.

Entonces, ser peón o mesero, profesiones no tan cotizadas y jamás consideradas por los ¿guionistas? de Noches de Clímax, hasta parecen atractivas. El desalentado diseñador, prueba unos meses en tareas que no requieren más allá del impulso mecánico, pero aunque por algún tiempo parece hasta exótico, sabe que tampoco es un escape permanente.

La siguiente opción, luego de haber peregrinado por todos los estudios de diseño posibles y el haberse entregado a la vida ermitaña, es irse a otro país. No en vano un montón de gente arriesga el pellejo para irse a Estados Unidos. Tal vez a varias horas en avión la ya no tan llamativa ocupación que escogió, tenga alicientes extras que disimulen la explotación y el tedio de rozarse con gente tan bien vestida y peinada. Allá en Europa, tal vez el concepto de convivencia creativa, considere la asignación de oficinas individualizadas. Quizás ahí se rompa el nefasto ciclo de aburrimiento y decepción. Quien quita y cambiando de escenario y elenco, al fin se materialice su único y verdadero sueño: fornicar sabroso como en Noches de Clímax.

Orange, me vas a hacer falta.


15.5.07

The Giant Buddhas


Advertencia: Este comentario me quedó medio sentimentaloso, ni modo.

El documental the Giant Buddhas de Christian Frei, trata de cómo en el 2001 los budas de Bamiyán ubicados en lo que hoy es Afganistán, fueron dinamitados por talibanes. Estas obras son parte del esplendor técnico que la escuela de Gandhara llegó a tener en su momento (siglos IV – V), implementando la famosa escultura labrada directamente en la montaña y de proporciones gigantescas que caracterizó una parte del budismo. Las figuras más famosas corresponden a dos budas que alcanzan más de 30 y 50 metros. Igualmente, tras ellos y como fue común en la arquitectura india, dentro de la montaña se excavaron gran cantidad de templos con muchísima decoración esculpida y pintada.

A diferencia del cristianismo o hinduismo, los musulmanes no solamente se niegan a aceptar representaciones de deidades (son iconoclastas) sino que jamás han ocultado su repudio hacia esa práctica. El documental narra como la famosa destrucción, exacerbó los ánimos de quienes promueven la conservación de patrimonios culturales. Propios y ajenos, cuestionaron una acción extremista y fanática, prácticamente un berrinche de tinte más político que religioso, aunque fue este último el supuesto detonante de tan condenable acto.

Lo increíble de Frei en esta obra, es su capacidad de adentrarse en las verdaderas implicaciones de este hecho. No se limita a describir la indiscutible pérdida material que supone la destrucción de monumentos de varios siglos de existencia. Detrás de la lucha, mezcla de poder y ego, tras el conflicto cultural entre los talibanes y los defensores de los budas, paralelamente se describe la miseria de los afganos víctimas de la guerra.

Para Frei, el verdadero conflicto, ajeno a la política o la religión, es el de carácter ético. Nadie pone en duda lo valioso de obras arquitectónicas tan antiguas y lo que representan: un estadio histórico, algo que logró sobrevivir enfrentamientos bélicos y fanatismos religiosos violentos, un fragmento del pasado capaz de fomentar el arraigo y la memoria cultural. Pero ¿cuál es la jerarquía del arte? ¿Delante o detrás de qué debe ubicarse en un listado de prioridades? Cuando se observa la indignación de la UNESCO por la indiferencia talibana hacia la grandeza del propio patrimonio, esta no se diferencia en casi nada a la indiferencia que la UNESCO tiene para quienes viven cerca de ese patrimonio y pareciera, están por debajo de él.

Todo ese esfuerzo y despliegue de protestas (que al final fue infructuoso), contrasta con la humilde familia que tras un par de generaciones habitaba dentro de uno de los nichos de la montaña. Luego de las detonaciones que derribaron los budas y falsearon las estructuras, más la ocupación militar alrededor de esa zona, se vieron obligados a abandonar lo que hasta ese momento era su casa. Mucho más empobrecidos y completamente ignorados, fueron desplazados a un área de escasez de agua y dificultad para conseguir víveres.

Alrededor de las excavaciones y posterior intervención de grupos de conservacionistas y arqueólogos, deseosos estudiar y reconstruir las ruinas, decenas de afganos suplican por un trabajo en las obras y el chance de ganar un par de dólares al día.

Nuevamente, es necesario preguntar si el arte por sí mismo, debería ser lo primordial, o al menos, si es ético que se encuentre encima de las necesidades básicas de un ser humano.

Frei plantea esta y otras interrogantes de manera velada y sutil, con una narración fluida lejos de la sensiblería o el discurso de panfleto.

El documental termina con la arqueóloga afgana Nelofer Pazira, frente a los monumentos destruidos. Desde su casa en Canadá, ella sólo conoce a los Budas de Bamiyán por borrosos recuerdos de su niñez y las fotografías de su padre. Una vez frente a sus ruinas, rompe a llorar, quizás de cólera, impotencia y tristeza, esa espantosa mezcla de sentimientos difíciles de describir ante lo errático y su difícil solución. Agria metáfora de la incapacidad humana por resolver su propio desastre social, moral y material.

24.4.07

Feminismo panderetiano, vegetariano ecologista

En el cine Variedades, una actividad religiosa se llevaba a cabo un sábado en la mañana. De la puerta principal, sale una mujer y me grita: -¡Oiga muchacha! ¡Entre para que pueda cambiar su vida!-

La ignoro y sigo mi camino. Un par de cuadras después y con algo de efecto retardado, pienso coléricamente para mis adentros -¿Y quién dice que yo quiero cambiar mi vida?… ¡Maldita vieja!!!-

Publicitar a gritos las reuniones de una comunidad religiosa, quizá sea parte de lo que muchas personas consideran una filosofía de vida óptima. Démosle el beneficio de la duda a esta mujer, y digamos que ella no pertenece al complicado sistema piramidal de salvación de almas, sino que la mueve una absoluta convicción y buena fe, junto con un imperante deseo de comunicar su felicidad a los demás. Bien lo dice el dicho, que de buenas intenciones, están llenos los infiernos. Por más genuino espíritu de caridad, esta persona no repara en su discurso pésimamente maquinado. Este es llamativo y radical, cual televentas donde los problemas se resuelven de la noche a la mañana, pero si se analiza bien, es insultante y contraproducente. “Cambie su vida” significa más o menos “su vida es mala”. Como es lógico, el sentido común dicta huir de los agravios. ¿Se puede confiar en un desconocido, que osadamente cuestiona las bases de nuestra actual existencia comparándolas a un compilado de miserias y malas decisiones?

Esa forma tan particular y nociva de comunicar un mensaje no es exclusividad de los fanáticos religiosos. En ella están contenidos el vegetariano que nos profetiza quinientas enfermedades diferentes y un espíritu maligno si nos ve masticando una chuleta o el activista ambiental que sermonea a un dependiente por echarle sus compras en una bolsa plástica. Todos ellos de una forma u otra nos dicen “cambie su vida”, y de rebote, “sea como yo”. Indistintamente de si su mensaje es errado o veraz: ¡Cuánta prepotencia!

De los movimientos y gremios desgraciadamente siempre vemos lo peor o lo que es lo mismo, lo que menos los representa. El activista serio, trabaja por su causa de manera firme pero respetuosa. Jamás saldrá a la calle armado de palabras hirientes acometiendo contra todos los pobres que tengan la desdicha de cruzarse en su camino, exigiéndoles torpemente “cambiar de vida”. Probablemente usará métodos más considerados. Es por esa razón, que rara vez sabremos de él. Como en un aula de niños, la atención siempre se centra en el más revoltoso y no en el que mejor se porta.

Sirva este preámbulo como introducción sobre temas de feminismo. Este es parte de esos grupos tipo “pandereta, vegetariano, ecologista”, a los que con sobrada razón, la gente ve con cautela y desconfianza.

El feminismo, no tiene en su definición, nada del otro mundo. Es aquel movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres. Hasta hoy, la igualdad, sigue siendo una premisa muy válida. Sin embargo, también ha sido el estandarte que encabeza una serie de tergiversaciones y protestas injustificadas. Tal vez el caso más patético, la reciente aprobación de la "Ley de penalización de violencia doméstica", que encima de inútil para resolver el problema que denuncia, parece confirmar el estereotipo de sexo débil achacado a las mujeres, porque al parecer, legalmente, ellas necesitan trato preferencial.

Los mensajes relacionados a este tema, que pudieran aparecer una que otra vez dentro de este blog, de ninguna forma pretenden ser un regaño o reclamo. Tampoco serán una condenatoria exhortación a cambiar de vida. Serán meras disertaciones, con la única justificación de abrir una puerta a la comprensión de algunas experiencias de tipo personal y en general, a las vicisitudes de muchas mujeres que no se ajustan a patrones convencionales. El objetivo es juntar ideas para proyectos artísticos futuros.

Más allá de los estigmas que carga cada género, lo idóneo sería poder, como seres humanos, decantarnos por lo que más nos agrade sin tener que cuestionar si aquello es inherente al azar del sexo que nos tocó. Sin embargo, hasta que el género deje de ser una incomodidad que condicione nuestros comportamientos y estilo de vida, la búsqueda de esa igualdad seguirá siendo necesaria y la forma de aprehenderla será la educación y la perspicacia de no tolerar con resignación todo lo socialmente aceptable. Es en este sentido, que deseo abordar en el futuro, tan escabroso tema.

Este es un mensaje patrocinado por la ASFEVEG, donaciones BCR 198634-6, BNCR 20715-1.



8.4.07

Un proyecto de Nación

El corrector de Word conspira contra mí. Resumo mi libro y de repente, complicados nombres indios (complicados para mí), ya no lo son tanto. Me encuentro con que Rammohan es Ramona y Mohandas es monadas. Este último es realmente grave porque titular un ensayo como "Monadas Gandhi" no me supondrá una buena nota.

La heterogeneidad cultural de la India es la constante permanente cuando se pretenden establecer las claves que ayuden a entender a este país. Su identidad nacional es por lo tanto, algo difícil de ordenar y categorizar.

La India es de un acento marcadamente religioso, pero cuando se intenta homogenizar la visión de sus pueblos, la manifestación de una fe no solamente es insuficiente, sino que resulta en fuente de conflicto. En territorio indio convive el hinduismo y el islamismo, y en menor escala budismo, judaísmo, cristianismo, jainismo, sikhismo y zoroastrismo. Aunque el hinduismo se profesa masivamente con respecto a los demás credos y a pesar de ser naturalmente tolerante y carente de un espíritu evangelizador, esto no ha evitado una sucesión de conflictos con el matiz religioso de fondo.

El idioma ha sido otro agente condicionante de enfrentamientos o bien, como es lógico, de dificultad comunicativa. La India posee actualmente como idioma oficial el hindi, pero igualmente lo es el inglés, siendo con el que la mayoría de la población se comunica. Existen también veintiún idiomas considerados oficiales y cientos de dialectos. Debe entenderse la lengua, como un elemento con el que se establece identificación y familiaridad y en el mar de voces, ¿cómo agruparse con quien no se comprende? Paz intuye la pluralidad de idiomas en la India, como metáfora de diferencias religiosas y políticas.

También establece una analogía de toda esta inmensa diversidad en un apartado llamado “Ayunos y festines”, donde compara la gastronomía india con su desarrollo histórico. La hora de comer para el indio, es un inmenso plato lleno de sólidos y húmedos, una invasión simultánea de decenas de especies, así como todos los guisos servidos de una sola vez. Tal y como se demuestra en la permanencia de las ideas del invasor y el visitante, la adherencia de contrastantes rasgos étnicos y religiosos al gran volumen multicultural que caracteriza a ese país, la historia india no es una sucesión de eventos o situaciones culturales ordenadas y espaciadas por una rígida cronología lineal, sino, una coexistencia de todo a lo que ha estado expuesta, capaz de absorber y no de desplazar.

Difícil es, entonces, amarrar toda esa desemejanza o más bien, abundancia, para hacerla apuntar hacia una misma dirección de ideales comunes, bajo lo que Paz define como “un proyecto de nación”.

24.3.07

Vislumbres de la India, de Octavio Paz

¿Alguien lo ha leído?

Antes que pierda el pedazo de Teleguía donde hice mis primeras anotaciones, esbozo los primeros “ensayos” de mi futuro ensayo sobre esta obra.

En los años cincuentas, Octavio Paz funge como diplomático del gobierno Mexicano. Es en 1947, gracias a la recién conquistada independencia india que México establece relaciones con ese país, necesitando entre otros, a un segundo secretario en su embajada. Este cargo es asignado a Paz.

Con la descripción de su vida hasta ese momento como residente en París, el viaje que lo llevará hasta Delhi y los pormenores dentro de la diplomacia, el autor comienza a descifrar los rasgos más sobresalientes de la India, sus particularidades culturales, sociales, históricas así como su complejidad, intentando ayudar a entender un país marcado por la diversidad y el contraste.

Es notable dentro de sus primeras acotaciones, la descripción de una serie de analogías entre el paisaje indio y el paisaje y contexto mexicanos, dando la premisa que la historia se forja sobre ejes comunes indistintos del área geográfica.

Conforme se avanza en la lectura, Paz adquiere un acento casi didáctico. El autor, desde su formación, intenta explicar al occidente la complejidad que suponen para sí, las diferencias y concepciones propias de la India, para aquellos que crecimos con su misma visión de mundo. Él busca ser una especie de traductor para aquel sesgado por la estructura de pensamiento cristiana/occidental.

Octavio Paz también se ocupa de las afinidades literarias de sus personajes, describiendo el acervo cultural que los influenciaba.

Como otros escritores, entre ellos Eduardo Galeano o Yadira Calvo, Vislumbres de la India tiene el rigor y el aval de la investigación objetiva pero matizada con la prosa de quien se dedica a la literatura y la poesía.

18.3.07

arte conceptual + (be) rrinche : Landings 4

Prólogo. La semana pasada una nueva empleada fue contratada en mi trabajo. Mi deber era supervisarla. Luego de una pequeña charla inductiva todo parecía estar claro y de ahí en adelante, aquello era cuestión de seguir instrucciones muy sencillas, propias de la labor de un dependiente. Días después, quedaba claro que la muchacha no gozaba de todas las aptitudes para el puesto. En franca vagabundería, evadía la razón principal para la cual fue contratada, atender clientes, y recargaba sus funciones en otras personas. Yo por una hendija de la puerta la observaba haciendo sus toques o más bien, sus omisiones. Luego, ya no necesité esconderme, ya que monda y lironda le daba igual que la contemplara en el esplendor de su desobediencia. La gota que derramó el vaso fue cuando un día, por un lapso de quince minutos no entró ningún cliente y durante ese tiempo, conversaba alegremente bien sentada con otra compañera. No fue hasta que entraron unos potenciales clientes por la puerta, cuando nuestra heroína agarraba su carterita de cosméticos y salía en pronta carrera hacia el baño. Por supuesto, cuando salió, le llamé la atención y le hice ver que noté que ella había pasado largo rato ociosa y no fue sino hasta que se avecinaba algo de trabajo cuando casualmente se le ocurrió irse. “Es que yo padezco de incontinencia”, me dijo. Furiosa con el dudoso pretexto pero tratando de conservar la cordura, repliqué, “¿y la incontinencia también hace que usted atienda mal a los clientes?”. Ignorando todos los acontecimientos que precedieron ese incidente, una muchacha que observaba cosas en las vitrinas no pudo contener mirarme con ojos de reprensión, ya que en ese momento confirmé al horrible ogro que todos los jefes llevamos dentro, incapaz de compadecerse de la condición médica de una pobrecita empleada.

Ese instante resumió la relatividad de cómo vemos los sucesos, donde se da por un hecho el rol que estereotipadamente todos representamos en la vida, según el camino que hayamos elegido o que nos tocó.

El arte se supone es la herramienta que permite decir y hacer cosas en un lenguaje novedoso. Lo idóneo es que lo que se diga o haga, no corresponda a lo convencional y al lugar común, porque de eso hay demasiado. Landings 4 es la nueva exposición del MADC. Corresponde a un ciclo de muestras que agrupan diferentes artistas de Centroamérica y México. Landings, en inglés tiene una página en internet llamada www.landingsprojects.com, también en inglés.

Landings 4 es la versión número millón doscientos del llanto. La empatía con el mensaje quejumbroso en el arte no creo que sea una exclusividad latinoamericana, pero ciertamente parece ser el estandarte más cómodo cuando se quiere decir algo con aparente determinación.

En algún momento de la historia del arte costarricense, representar el entorno, como en los grabados y óleos de corte costumbrista, dejó de ser deseable. Dicen que era un arte que satisfacía a una clase privilegiada. Pero atrás quedaron esos tiempos y ahora la denuncia es la moda. Muy a pesar de la sofisticada onda conceptual y la atmósfera de élite intelectualoide, en el universo local del arte, donde Estados Unidos encabeza la lista de demonios, irónicamente todo es equiparable una tonta película de Hollywood, reduciendo las relaciones humanas a un puñado de malvados y otro tanto mayor de víctimas oprimidas. Ahora es otra clase la que se regodea.

Hay en una de las salas, la número 4, una obra de tipo escultórico. Una plataforma rectangular, emula una maquila, con unos muñequitos muy corrongos, cada uno con una maquinita overlock divina. Están dispuestos en filas y bloques. Separando estos últimos, un espacio vacío con una miniatura que representa a un supervisor. En una zona relativamente alejada de esa obra hay un monitor, y ahí, puede observársele.

No niego que está ingenioso el detalle de la cámara y que los bichitos esos son muy lindos, pero la moraleja de su mensaje me parece una reverenda mierda. El control y las reglas son necesarios para la eficiencia. Esos mismos que defienden acérrimos los derechos del proletario, humillado y vejado por su patrón, son los mismos que después hacen un blog y mandan cartas a la columna en La Nación para quejarse no sólo de ese insolente obrero que tuvo la osadía de maltratarlos, sino del mediocre administrador que no los pone en su lugar. ¿Entonces, en qué quedamos?

El anterior es sólo un ejemplo de cómo los panfletillos o disertaciones de trovador setentero, se pretenden hacer pasar por obras de arte con mensajes transgresores. Hace falta examinar objetivamente lo que se quiere decir, para no incurrir en el mismo error del cual se acusa al enemigo, sólo que desde la óptica del bando contrario.

Desde la subjetividad de mi gusto y la queja a estarse quejando constantemente, aclaro que no deseo exposiciones con exclusividad de mensajes lindos y positivos. Mi indignación proviene del hecho de ver, que toda la denuncia que ha llegado hasta mí últimamente, es parcializada y torpe. Si de deprimirse se trata, encuentro más encantador el pesimismo descorazonador puro, llano y simple, sin culpables.












16.3.07

Samsara

El curso de arte oriental demanda hacer una crítica de Samsara (2001), película india dirigida por Pan Nalin.

Samsara, según el Diccionario de la Real Academia, se designa como el “ciclo de transmigraciones o de renacimientos, causados por el karma”.


Puede contener detalles reveladores del argumento

Tashi, un joven lama, tras un período de aislamiento retoma la vida en el mundo exterior. En este mundo se enfrenta a dos realidades paralelas, una, la vida religiosa regida por claras normas y la otra, la existencia cotidiana de corte más mundano. Con el despertar sexual del joven, surge el detonante de una serie de cuestionamientos hacia el destino previamente trazado para él como parte de una comunidad religiosa. De repente, la espiritualidad se confronta a lo terrenal, sin que haya un punto intermedio de convivencia.

La película intenta desmitificar la religión ahí representada, proponiendo un personaje más humano, curioso, capaz de dudar o rebelarse. Èl finalmente se decanta por abandonar el monasterio e inicia una nueva existencia como agricultor, junto a una esposa y más tarde un hijo.

La curiosidad por lo que no se tiene a la total disponibilidad parece ser la constante en el relato. En algún momento, Tashi va con su suegro a la ciudad y este regresa lleno de vestimentas y accesorios modernos, relativamente ajenos al poblado donde ellos habitan. Lo que no se conoce, parece ser un imán exótico que deslumbra por novedoso.

La mujer parece ser el elemento de discordia y tentación, especie de desencadenante que altera el orden establecido. Así, luego de saciar la atracción que la enigmática inmigrante india y empleada de su esposa, despertó en él, Tashi, revierte sus cuestionamientos al impulso inicial que lo empujó a seguir una vida laica, dudando nuevamente y preguntándose si el camino que eligió era el correcto. Así, el ciclo parece repetirse una y otra vez, siendo la vida de Tashi un ejemplo de cómo el peregrinaje por las diferentes etapas de la vida y la experiencia, inevitablemente terminan siempre justo donde comenzaron. Sin embargo, cabe destacar que en Samsara, para el personaje principal lo anterior no se intuye como un proceso natural o aceptable. Tashi, es incapaz de decidir cuál es el rumbo correcto y satisfactorio, viéndose atormentado por la culpa y la indecisión.

Es quizá el karma, propio del Samsara.

23.2.07

Dibujos en la Galería Nacional



Hace unas semanas, se inauguró en la Galería Nacional del Museo de los Niños, una exposición colectiva de dibujo. Entre los expositores están Keylor Alfaro y Carlos Kidd, compañeros y profesores de anatomía artística y dibujo de la escuela de Artes Plásticas.

Los dibujos están dentro de la línea de estudio con modelo (salvo un par que se inclinan por la ilustración) y es un buena muestra para conocer el estilo predominante en los cursos de dibujo que ahí se imparten.

Cuando alguna vez estudié música, mi frustración era grande por no poder leer partituras a primera vista y siempre admiré a quienes lo lograban. Keylor y Carlos son el equivalente a una lectura a primera vista pero dibujando. Estructuran y dibujan con tal soltura, que lo hacen parecer fácil.

Yo por dicha, nací en la era de la fotografía y las bondades del diseño digital.

13.2.07

¿Fundamentos de oceanografía?

Para ser licenciado en alguna especialidad de Artes Plásticas, aparte de obviamente presentar un proyecto para tal fin, se deben llevar una serie de cursos complementarios para llenar un creditaje.

Como parte de mi plan de este año es comenzar la licenciatura en grabado, mi primera idea fue matricular cursos de historia del arte que ayudaran a mi formación. Pero no, averiguando me han dicho, que estoy en posibilidad de matricular cualquier curso siempre y cuando no sea de mi escuela. Es decir, que posibilidades tengo muchas, entre las cuales figuran:

- Introducción a la economía
- Panorama del socialismo contemporáneo
- Problemas ecológicos
- Principios de ciencias políticas
- Educación sexual
- Fenómenos atmosféricos
- Idiomas varios

Mi gran y terrible duda, es si en otras facultades (las de a de veras), la designación de esos cursos es tan azarosa. No me imagino a un ingeniero civil asistiendo a clases de educación sexual mientras hace su tesis sobre temas de planificación y urbanismo. Quisiera saber si las demás escuelas tienen cursos específicos recomendados para su área y carecen de tanta "libertad".


12.1.07

Francolín, cotorro y coturno

La imprenta moderna usa la litografía offset. Con esta técnica de impresión, el diseñador puede diseñar digitalmente con toda libertad, usando dibujitos de colores, diagramaciones de fantasía y un sin fin de coquetos recursos. Pero hubo un tiempo en que el panorama no era tan flexible, generoso y fácil. La reproducción de libros por medio de tipos móviles fue usada con bastante frecuencia hasta hace muy poco.

Ahora la onda es ponerse nostálgico y fijarse en el exotismo del pasado. "Moda retro" le llaman. De dicha tendencia, lo más curioso parece radicar en aquel viejo dicho que reza "todo tiempo pasado fue mejor". Por alguna razón siempre la tecnología se ha satanizado, siendo culpable de convertir el oficio de unos pocos elegidos en dominio de las masas. Visiones más románticas afirman que la modernidad es sinónimo de impersonalidad y que es más placentera y cercana una carta a puño y letra que un correo electrónico, por ejemplo.

El caso es que si hay algo propio del pasado, es ese toque de rusticidad. Este sólo salta a la luz cuando se compara con su equivalente moderno, y simplemente no es ni mejor ni peor, es tan sólo una cualidad estética muy suya, para algunos, encantadora.

Ojeando el Diccionario de la lengua española, de la Editorial Científico Técnica de la Habana, edición 1985, es imposible ignorar las ilustraciones sencillas, monocromáticas, de líneas simples y el contraste con las de de diccionarios recientes, que básicamente usan fotografías.


"¡Amarrate esos coturnos, que te vas a caer!!!"

Si algún amigo se refiriera al perico de la casa, como "mi cotorro", es probable que me dé un poco de risa.









10.1.07

Fama, aunque sea sin fortuna

Es muy posible que quien les escribe, no sea precisamente la estrellita más brillante del firmamento, pero bien dicen que sabe más el diablo por viejo que por diablo. Es por esa razón que el reencuentro con las groserías gratuitas de un profesor y la preconcebida subordinación a sus observaciones, me hicieron sentir como trapo viejo. Sin embargo, como buen descubrimiento estilo libro de autoayuda, en cierta forma la mala experiencia ha traído algo positivo y ha despertado en mí la búsqueda de un giro, un nuevo horizonte.

Muchos afirman con humildad, que entre más estudian, más ignorantes se perciben. Por muchas razones la universidad es una ambiente importante que quizá nunca abandonaré, tal vez la principal, porque genera un contraste tajante con la vida laboral, que en mi caso, es bastante peculiar. No temo admitir que jamás he tomado en serio el estudiar grabado. Lo prueban los más de diez años que me tomó graduarme en esta especialidad. Grabado es un pretexto que me permite asirme al extraño mundo paralelo que constituye la facultad de Artes Plásticas, pero esa es otra historia que algún día describiré con detalle.

Siempre he tenido claro que dedicarse al grabado no es precisamente la puerta más efectiva para convertirse en millonario. Tiene más posibilidades de redituar su esfuerzo, algún enérgico asistente a cursos de madera country o el experto en armar muñecos de foam. Es en esos momentos de relativa lucidez, donde me visualizo cual señora bien pintando y dibujando por puro pasatiempo, por gozar de algún ingreso decente y un poco de flexibilidad de horario.

El azar y la buena suerte, me mantienen colgando aquí y allá un cuadrillo en alguna exposición, pero es quizá mi bajo perfil el que, según se me lanzó a la cara en la desagradable evaluación de los quintos años, lo que nunca me ha permitido el sacudirme la etiqueta de estudiante y la incomodidad de ser encasillada por default, en la sección de quienes adolecen de credibilidad. Los "pollos" que llaman.

Así el propósito académico 2007 se centra en buscarle hogar al combo de camisetas pro religión pop de reciente elaboración y participar bombetudamente en cuanta convocatoria salga por ahí. Este año, empieza la búsqueda del muy relativo reconocimiento. A ver cómo me va.








23.12.06

Pasito tun tun



Ahí donde ahora está este pasito, solía estar la soda de Artes Plásticas. Empezó siendo la cuna de las empanadas más deliciosas de toda la UCR, luego, por reveses administrativos, pasó por un reinado de terror gay para más tarde, ser sustituida por una máquina de café con cuca.

Feliz Navidad, les desea Lachi.

17.12.06

Camisetas y calzones


Proyecto, "El hábito sí hace al monje", Vestíbulo de la Facultad de Artes Plásticas, 1 de diciembre del 2006.

Concebido como una instalación pequeña, el proyecto recrea un espacio comercial con percheros y maniquíes.

Luego de la recolección de imágenes, tanto religiosas como supersticiosas, se optó por trasladarlas a objetos cotidianos, que en este caso son prendas de vestir, llevando al límite la concepción de los elementos estudiados como llanas mercancías, para desmitificarlos o bien, arrancarlos de su perfil de subcultura. El hecho de exponerlos como obras artísticas en un espacio concebido para tal fin, abre la puerta al concepto del ready made y su cuestionamiento sobre el objeto común y la sátira de sus posibilidades dentro del arte. La ropa, la religión y los agüizotes comparten al tiempo que son arrancados de su contexto y la seguridad que este les da, más que para poner en tela de duda su veracidad, el ilustrar que todo puede ser interpretado más allá de su significado tradicional.

Las imágenes utilizadas, no sufrieron ningún proceso de estilización drástico, ya que su interpretación se basa en el soporte donde han sido impresas más que la manipulación gráfica de estas por sí misma. Se trató de conservar su literalidad, hasta donde el aspecto técnico lo permitió, para hacerlas fácilmente reconocibles y poder comprender la artificialidad del entorno en que fueron inmersas.

Cuando el proyecto dio sus primeros pasos, utilizó varias premisas. La más importante fue el disertar sobre una característica generalizada en todos los estratos sociales. La tendencia hace que se discrimine al del estrato inmediato inferior y se polaricen los comportamientos, ya que se excluye todo lo que el grupo social al que se pertenece considera indeseable y vergonzoso. Cuando se estudia la religión y los fenómenos supersticiosos y se cae en cuenta que provienen de motivaciones comunes, se intenta reconciliar lo tradicionalmente antagónico como forma de crítica a la intolerancia. Además, como ya lo hizo el arte pop, y otros artistas y autores costarricenses preocupados por interesantes rasgos de cultura popular, se trata de elevar a la categoría de obra artística, lo cotidiano, y todo aquello que por la costumbre pasa desapercibido y es minimizado por su accesibilidad.









14.12.06

Bambi

Bambi Meets Godzilla



Hace muchos años, canal 15 era el proveedor de muy buenas películas y cortos interesantes. Dios bendiga a youtube, en donde volví a encontrar esto.